De la mano de las crecientes exportaciones argentinas de carne, plantas
que estaban paradas o a media máquina invierten en nuevas tecnologías de
noqueo y procesamiento. “Hoy la faena está a la altura de las más
avanzadas del mundo”, dicen desde la industria de equipos para el
sector.
Jarvis es una empresa americana, líder mundial en herramientas para
faena de ganado, con fábricas en EE.UU. y la Argentina, y oficinas de
venta en todos los países productores de carnes. Su vicepresidente, Lic. Enrique Kelly, brindó a Valor Carne
un panorama de los cambios tecnológicos ocurridos en los últimos
tiempos en la faena nacional, sobre todo en las plantas exportadoras,
que posicionan al país en la avanzada en procesamiento humanitario de
los animales, con beneficios para la calidad de la carne.
“Estamos en la Argentina desde 1967, primero con una oficina
comercial, después con una pequeña fábrica y hace diez años nos
instalamos en el Parque Industrial Burzaco, al sur del Gran Buenos
Aires. Hemos pasado por las diversas crisis de la economía y del sector
cárnico y las hemos peleado todas, sin parar de crecer”, contó Kelly,
directivo de larga trayectoria en la compañía, lo que le permite contar
con una visión global de la actividad faenadora. En ese sentido, la
filial argentina atiende el mercado de América Latina con equipos
producidos en el país e importados, destinados a la industria de carnes
bovinas, porcinas y aviares, entre otras.
¿Cómo enfrentaron las prohibiciones a las ventas externas? “En
nuestro caso no fue tan duro, porque somos exportadores e importadores
de máquinas. Compensábamos operaciones y pudimos seguir adelante. Pero
los frigoríficos comenzaron a tomar aire recién a partir de 2015″,
recordó Kelly,
refiriéndose al boom productivo después de años de
permanecer cerrados o sosteniéndose al mínimo.
“Todos nos enviaron los equipos a reparar y hacer el service de
mantenimiento. La mayoría, además, hizo grandes inversiones en nuevas
tecnologías, algo que como empresa nos ha favorecido muchísimo”, afirmó,
aludiendo a que Jarvis se especializa en pistolas de noqueo, tijeras
corta cuernos, sierras para dividir reses y desolladoras neumáticas,
entre muchas otras herramientas que se utilizan en las playas de faena.
¿El rubro más pedido? “En los últimos tiempos, el foco está en
el noqueo, por la gran presión que hay a nivel mundial en cuanto a faena
humanitaria. Es un punto álgido para la opinión pública”, señaló. Y
prosiguió:”desde la compañía, siempre buscamos la excelencia. Tal es así
que nuestros noqueadores neumáticos están autorizados por Temple
Grandin, número uno en bienestar animal, quien nos acompaña desde hace
años en los procesos de diseño y producción”. Al respecto, explicó que
la mejora tecnológica es continua y cada modelo que sale a la venta
supera al anterior, respondiendo a los requisitos de los mercados más
exigentes. “Los nuevos noqueadores dejan al animal insensibilizado en un
solo procedimiento, contribuyendo a mejorar la calidad de la carne”,
aseveró.
También se optimizó la eficiencia de otras herramientas de la playa
de faena. “Apuntamos a brindar velocidad de trabajo, mediante máquinas
confiables, seguras para el personal y que requieren menor esfuerzo en
la tarea”, subrayó Kelly. Por ejemplo, ofrecen desolladoras que remueven
el cuero sin producir cortes, agujeros ni marcas en el mismo ni en los
músculos; estimuladores de bajo voltaje que aceleran el descenso del pH,
reduciendo el período de maduración, con mejoras en la terneza de la
carne; y sierras para dividir reses más higiénicas, con menos
interrupciones en el trabajo y menor necesidad de mantenimiento.
Coronando la calidad del ganado
Según Kelly, estos avances posicionan a la faena argentina, sobre todo
la de plantas exportadoras, a la altura de la industria cárnica mundial.
“Por supuesto que en otros países hay equipos más adelantados que los
nuestros. No alcanzamos el súmmum, pero yo diría que del uno al diez
estamos en ocho puntos. En EE.UU. ya hay robots que trabajan solos
facilitando la operatoria. Pero la faena no es comparable a la nuestra,
ahí se procesan 2.800 a 3.000 cabezas por día. Aquí, la escala es
diferente y todavía no contamos con estas tecnologías, pero entendemos
que llegarán”, confió.
¿Y las consumeras? “Van más despacio, acompañan de a poquito.
Hay muchas presiones de Senasa y otras autoridades que está exigiendo
acortar brechas entre estándares de calidad higiénico-sanitarios. Y eso
favorece a toda la ganadería y también a nosotros”, sostuvo.
De cara al futuro, el directivo piensa que la empresa está en
condiciones de acompañar la creciente demanda de herramientas de plantas
exportadoras que se están preparando para reabrir y de grandes y
pequeñas consumeras que buscan modernizarse.
“Hubo una explosión de pedidos y en este momento nos está costando
satisfacerlos. Estamos haciendo inversiones para aumentar un 30% la
producción y en seis meses deberían estar operativas. Incorporamos
máquinas y centros de mecanización que funcionan con control numérico, o
sea programados por computación”, adelantó.
Por último, Kelly resaltó el valor agregado que una empresa como Jarvis
brinda a la cadena cárnica. “Hoy contamos con 60 empleados y con la
evolución del sector frigorífico necesitaremos más personal. Lo
importante es que la oferta de novillos pesados para exportación
acompañe”, finalizó.
viernes, 16 de noviembre de 2018
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