jueves, 22 de octubre de 2009

Foro 'Bosques y Cambio Climático'.

El cambio climático no es un problema del futuro, hay que actuar ahora..

En el marco del 'XIII Congreso Forestal Mundial', se llevó a cabo el Foro “Bosques y Cambio Climático” que estuvo presidido por el Director General de la Comisión Forestal del Reino Unido, Tim Rollinson y contó con la participación de numerosos disertantes nacionales e internacionales.

Dicho Foro tuvo como objetivos:
· Intercambiar ideas sobre las oportunidades y dificultades para la forestación en el marco del cambio climático.
· Fortalecer los conocimientos de los participantes del Congreso Forestal Mundial sobre temas relacionados a los bosques y el cambio climático.
· Intercambiar distintos puntos de vista sobre el rol que deberían cumplir los bosques en los cambios a implementar en el 2012 que se discutirán en el COP 15.

Explicó también que los resultados de los Foros serán llevados a Copenhague. Luego, el Foro continuó su desarrollo estructurado en ejes temáticos. Manejo forestal en las negociaciones después de 2012

¿Dónde estamos parados?
Roberto Acosta, Secretaria de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el cambio climático, sostuvo que el cambio climático es uno de los mayores retos que ha tenido que afrontar la humanidad. Afecta a biodiversidad, el ciclo hídrico y a las poblaciones que allí viven. A propósito detalló los aspectos que se esperan de las negociaciones en curso para afrontar el cambio climático.

Un acuerdo efectivo para Copenhague debe contener 5 puntos importantes:
1) Reforzar las acciones para asistir a los más vulnerables y pobres del mundo y permitir su adaptación a los efectos del cambio climático.
2) Reducciones de emisiones ambiciosas por parte de los países desarrollados y en línea con las necesidades expresadas por la ciencia.
3) Acciones de mitigación nacionales en los países en vías de desarrollo respaldadas por un adecuado apoyo.
4) Incremento significativo de los recursos financieros y tecnológicos para ayudar a los países en desarrollo para mitigar y adaptarse al cambio climático.
5) Una estructura de gobernabilidad equitativa para distribuir el apoyo necesario.“El acuerdo de Copenhague debe poner claridad sobre las acciones nacionales de mitigación en los países en vías de desarrollo, sin sustituir ni afectar los compromisos que éstos deben tener”, dijo Acosta. También mencionó que es necesario que se movilicen recursos financieros suficientes y con sistemas de gobernabilidad equitativos para asegurar que las acciones REDD Plus sean efectivas y alcancen a los que necesitan apoyo. Y aseguró que las acciones que sean apoyadas como resultado del encuentro en Copenhague deben reducir o limitar emisiones de gases de efecto invernadero o incrementar los sumideros de los mismos y que éstas deben ser monitoreadas e informadas.“No es un problema del futuro, hay que actuar ahora”.

Es urgente que se incrementen y fortalezcan las capacidades técnicas e institucionales en los países en vías de desarrollo con áreas forestales. Y en este proceso es vital el reconocimiento y la participación de las comunidades locales y pueblos indígenas si se quiere garantizar el éxito de las acciones”, expresó Acosta. Agregó que se debe dejar en claro que las acciones de mitigación y adaptación resultantes de Copenhague trascienden a los bosques y deben desarrollarse en todos los sectores de la economía. “Los bosques son una parte importante de la solución, pero no la única”. Acosta continuó su exposición brindó información detallada de cómo la Convención continúa debatiendo las propuestas de REDD PLUS y el cambio y el uso de tierra. Como conclusión señaló que tenemos que acercan un camino para afrontar el cambio climático en el ámbito forestal que sea beneficioso para el clima y una oportunidad para proteger a los bosques e incrementar su enorme valor global.“Los resultados esperados no deben competir o erosionar las múltiples acciones que se desarrollan, sino complementarlas y fortalecerlas. Los ojos del mundo están puestos en Copenhague”.

LULUCF
El desarrollo del eje de discusión fue moderado por Nazareno Castillo, Director de Cambio Climático de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo sostenible de la República Argentina.

Por su parte, Franka Braun, presentó el trabajo para el Fondo de Biocarbono del Banco Mundial y en este sentido, mencionó los objetivos del Fondo y manifestó que cuenta con 19 acuerdos firmados de proyectos con entidades de distintas partes del mundo.Agregó que el “uso del LULUCF no es sencillo ni económico de preparar: La financiación es una limitación debido a que la parte más importante de las inversiones deben realizarse al comienzo del proyecto, mientras que en la realidad los ingresos surgen mucho más adelante”.Las actividades del Fondo de Biocarbono, explicó Braun, están relacionadas con asegurar acuerdos de compras con distintas entidades, además de ayudar a desarrollar metodologías.Por otro lado mencionó como un tema de preocupación para dicho Fondo, la tenencia de la tierra. Un tema que debe resolverse.

También explicó que la demanda de créditos forestales está muy restringida. Con relación al proceso y la experiencia del Fondo se plantearon mejoras para el futuro entre los cuales mencionó que actualmente sólo los proyectos de forestación y deforestación son permitidos como proyectos LULUCF. “Queremos ver más candidatos para Kyoto, porque se perderían oportunidades importantes de mitigación climática”, dijo Braun. Otro aspecto que señaló es la naturaleza temporaria de los créditos para el LULUCF y la necesidad de reemplazarlos luego de 60 años.A modo de cierre dijo que “en las negociaciones en curso hay que escuchar las voces de los países, les pido por favor que soliciten estos cambios”.Otro participante que disertó en esta temática fue Samuel Ebia Ndongo, Director Forestal de Camerún, quien habló del destino de las tierras forestales en Camerún y como herramientas de lucha contra el cambio climático. “Los bosques y sus características complejas que les permiten emitir gases de efecto invernadero o almacenar carbón, pueden tener un rol importante en el cambio climático”.

Dijo que Camerún, luego de la Cumbre de Río, implementó instrumentos reglamentarios e institucionales para garantizar la gestión de sus recursos naturales. Citó por ejemplo la creación del Ministerio responsable del medio ambiente y los bosques; la elaboración de una política forestal; y la implementación de un marco indicativo del uso de las tierras. En este sentido, como resultado de los esfuerzos mencionó el reconocimiento de los recursos forestales nacionales y el plan de zonificación. “Camerún tiene 1 millón de hectáreas certificadas, lo que representa el 6% de su PBI. Explicó que Camerún, en el marco del manejo sustentable de los bosques, elaboró normas tanto para la gestión de los bosques como para la gestión de la fauna.Camerún desarrolló un proyecto agroforestal sobre una población de árboles y producción de cacao, pero que lamentablemente este proyecto no cuenta con financiamiento expresó Ebia Ndongo. En el sector forestal de Camerún solamente está en ejecución el proyecto de bosques comunitarios desarrollado junto a París.

Además, mencionó problemas de “conocimiento” para establecer el balance de carbono. Camerún ha hechos muchos esfuerzos para la conservación. “Sin embargo, estos esfuerzos no son considerados en el marco de la LULUCF”. Tampoco, dijo Ebia Ndongo, Camerún encontró un socio en el marco de estas zonas que son puestas en conservación.“Estamos estudiando cada vez más el proceso REDD, que va a el centro de la discusión en Copenhague para los productos tropicales, especialmente para los de la Cuenca del Congo”.

Impacto del Cambio Climático sobre los bosques y la gente:
Desafíos y acciones requeridas Andrea Tutte, Miembro director del Fondo Forestal del Pacífico, quien agradeció a la FAO y a Argentina por la organización de este encuentro internacional.Tutte abordó los efectos del cambio climático en California y dijo que se erosionan las costas, la infraestructura está amenazada y que muchos de nuestros humedales tienen problemas de restauración y se verán inundados nuevamente. En cuento a nuestros bosques esperamos tener incendios forestales por las sequías”.

En el 2006, a través de legislaciones, California asumió el compromiso del Protocolo de Kyoto para la reducción de emisiones e incluimos a los bosques en el plan actual de acción.“Somos la Nación de mayor consumo del planeta y hemos ocasionados muchos, pero no todos, los problemas ecológicos que enfrentamos. Sin embargo, destacó que “los vientos políticos en Estados Unidos han cambiado y ahora tenemos la posibilidad de participar con la comunidad internacional”. Dijo que los que trabajan en el sector conocen más que nadie a los bosques y también las oportunidades que éstos representan. ¿Quiénes sino ustedes conocen los sitios donde el concepto de REDD puede funcionar”, preguntó Tutte.Los mercados de carbono están viniendo, son poderosos, pueden funcionar o fracasar, por eso precisan fuertes reglamentaciones y límites. Lo que no podemos hacer es “ignorarlos”. A modo de conclusión argumentó que “para ser sincera no hay suficiente dinero en la comunidad de donantes para alcanzar las metas que nos propusimos para lograr el desarrollo sustentable.

Tenemos que responder a los cambios del entorno. Sabemos mucho y hay que ponerlo en práctica: debemos buscar las posibilidades de éxito”. Continuó la disertación Risto Seppala, Profesor del Instituto Forestal Finlandés quien desarrolló el trabajo del Panel de Expertos Global que evaluó la información y el conocimiento existente sobre la adaptación de los bosques y la gente al cambio climático. Este trabajo estuvo coordinado por IUFRO y participaron más de 100 expertos de todo el mundo con amplia gama de antecedentes científicos.
Los resultados se presentaron en abril del presente 2009, mediante dos productos: Un informe científico examinado por expertos que ha sido la primera evaluación sobre la adaptación de los bosques y la gente al cambio climático; y un documento de política, disponible en todos los idiomas oficiales de Naciones Unidas.

Entre los resultados precisó:
1) El cambio Climático ya ha afectado a los ecosistemas forestales.
2) El cambio climático va a tener efectos crecientes sobre los bosques en el futuro.
3) El servicio de los bosques como sumidero puede resultar un perjuicio.
“El cambio climático afecta a los bosques, pero es sólo uno de los aspectos que los afectan”, señaló Seppala.

El panel también evaluó la necesidad de tener prácticas de adaptación y llegaron a la conclusión que las prácticas vinculadas con un manejo sustentable de los bosques pueden reducir la vulnerabilidad de éstos frente al cambio climático. Sin embargo, estas condiciones varían según los países y regiones. Seppala agregó que “necesitamos más coordinación intersectorial e integración de políticas y que el panel demostró que existen brechas de conocimientos muy importantes, pero a pesar de ello el cambio climático está avanzando demasiado rápido para posponer las acciones de adaptación”.

Seguido, expuso Avrim Lazar, Presidente de la Asociación de Productores Forestales de Canadá, quien compartió una aventura canadiense de adaptación. Dijo que Canadá es el mayor exportador de productos forestales del mundo y para esto se extraen 2 millones de acres cada año, pero las actividades de extracción son pequeñas, comparadas con un competidor. El escarbajo de los pinos está teniendo éxito con sus objetivos debido al cambio climático. Hemos aprendido una cuestión de la adaptación: Que la naturaleza no tiene una ingeniería sencilla y los ecosistemas no pueden ser reaprovechados de la manear que lo hacíamos antes.Si nos preguntamos si hay otra adaptación, Lazar dijo que sí, “porque si observamos lo que ocasiona el cambio climático es una falla en el conocimiento. O, como dijo mi hijo, el cambio climático prueba que la gente es necia”. Agregó que el error es pensar sin pensar en término de sistemas.

En Canadá aprendimos que el efecto profundo está en la biósfera y como seres biológicos dependientes por completo de ella tenemos que aprender a pensar en sistemas interrelacionados, es decir, holísticos.Lazar también detalló las soluciones en las que trabajaron en Canadá para el cambio climático.

Por último, expuso propuestas para el cambio climático entre las que mencionó otorgar nuevas herramientas para el sector productivo y evaluar el impacto de la solución. Permanecer en contacto con toda la huella medioambiental.“Debemos abordar el tema con muchísima más humildad y tener menos confianza en nuestra capacidad como científicos e ingenieros y colocar a la sabiduría de la naturaleza más arriba en la escalera de encontrar soluciones. Hacer pronunciamientos es sencillo, pero actuar es más difícil”. Lo que hicimos en Canadá es adaptar nuestro razonamiento al cambio climático. Decidimos ser carbono neutral en el 2015 sin compensaciones compradas.“Tenemos que pensar cuál es el fallo cognitivo que nos ha traído hasta este lugar”.

En última lugar participó Víctor Eamara Tello de la etnia tacana de la Amazonia boliviana, quien presentó, en representación de los pueblos indígenas, el Manejo forestal comunitario frente al cambio climático.“Estamos acostumbrados a manejar de manera práctica nuestros bosques y no de manera técnica”.

En cuanto al precio de la industria y a modo de graficar la deuda del desarrollo citó al presidente Evo Morales: “El mundo tiene fiebre por el cambio climático y la enfermedad se llama modelo de desarrollo capitalista”. Como antecedentes explicó que en los últimos 200 años de desarrollo industrial, el incremento en las emisiones de carbono ha sido de un 30%. Desde 1860, Europa y Norteamérica han contribuido con el 70% de las emisiones de CO2. El 2005 ha sido el año más caluroso de los últimos mil años en el planeta. Diferentes investigaciones demuestran que de 40.170 especies vivas estudiadas, 16.119 están en peligro de extinción. “Ante este futuro sombrío, los intereses transnacionales proponen seguir como antes y pintar la máquina de verde, es decir, seguir con el crecimiento y el consumismo irracional y desigual generando más y más ganancias sin darse cuenta de que actualmente estamos consumiendo en un año lo que el planeta produce en un año y tres meses”, dijo Tello.

Y agregó que “el discurso no basta. Como pueblos indígenas estamos cansados de discursos, promesas e intermediarios”. Sostuvo que los indígenas son “guardianes” porque ante esta situación, los pueblos indígenas y los habitantes humildes y honestos de este planeta “creemos que ha llegado la hora de hacer un alto para reencontrarnos con nuestras raíces, con el respeto a la madre tierra. Hoy, los pueblos indígenas de América Latina y del mundo estamos convocados por la historia para convertirnos en la vanguardia de la defensa de la naturaleza y de la vida”.Por eso, argumentó que los desafíos y rol de los pueblos indígenas es desarrollar una política ambiental para el conjunto del Estado Plurinacional, que sea asumida y ejecutada de manera coordinada por las distintas instancias públicas involucradas y los distintos niveles de la administración territorial del Estado, en coordinación y con la plena participación de las comunidades y pueblos indígenas.

Otro aspecto que precisó Tello fue las potencialidades y problemáticas ambientales de Bolivia, entre las que destacó:

Megadiversidad, fragilidad ambiental y diversidad cultural.
Persistencia de la “lógica extractiva” y mutilación de los sistemas indígenas de manejo del espacio y la diversidad biológica.
Desertificación, degradación de suelos e inequidad en la distribución de la tierra.
Contaminación e impacto ambiental.
Crecimiento demográfico, urbanización y deterioro de la calidad ambiental urbana. Contaminación atmosférica en las ciudades del eje central.
Contaminación industrial en principales ciudades y desembocados en territorios indígenas.

Frente al cambio climático, dijo que las comunidades indígenas cuentan con Planes de Manejo Forestal en el marco de las leyes bolivianas y normas internas de los pueblos indígenas y una gestión territorial planificada de las TCO para atender aspectos sociales, culturales, económicos y ecológico-ambientales.También con un uso y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y de la biodiversidad en el marco de las normas internas, además de instituciones de los pueblos indígenas con propuestas y políticas para alcanzar el desarrollo humano sustentable incidiendo en el Estado Plurinacional y a nivel internacional.Como conclusión señaló que “las autonomías indígenas es un escenario importante para contrarrestar los efectos del cambio climático, porque se podrá regular la gestión ambiental mediante normas propias y beneficiar a las poblaciones locales y a la población boliviana en general.

Introducción a REDD
Hosny El Lakany, Profesor del Departamento de Manejo de Recursos Forestales de la Universidad de British Columbia, Canadá, moderó la disertación que estuvo a cargo de la Directora de Cambio Climático de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la República Argentina, Tiina Vahenen.

Vahenen explicó que los objetivos de la Redd Plus son ayudar a la reducción de la deforestación y degradación de los bosques, promover el desarrollo sustentable de los mismos y mitigar el calentamiento global mediante la reducción de emisiones de gas con efecto invernadero. La Directora contó que se calcula que existen 4000 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, o sea, un tercio de la tierra del planeta y que el carbono almacenado en la biomasa de los bosques superaría la cantidad de carbono existente en la atmósfera. Para tener una idea de las graves consecuencias que provoca la deforestación para el medioambiente, hay que tomar en cuenta que este fenómeno produce el 17% de las emisiones de gas de efecto invernadero, lo cual supera las emisiones de los Estados Unidos, China o todo el transporte mundial.

Por todo ello Vahenen consideró que el programa Redd es una herramienta necesaria para reducir el calentamiento global, aunque también opinó que, a juzgar por los resultados obtenidos hasta hoy en la materia, “el mensaje de cuán urgente es adoptar medidas en este sentido no fue transmitido con la suficiente fuerza”. Asimismo, explicó que otro de los factores que contribuyen a la deforestación es el uso de la tierra para explotación agrícola y citó como ejemplo la extensión de la frontera agrícola, fenómeno creciente en los países emergentes. Por otro lado Vahenen aseguró que está de acuerdo con el sistema de áreas protegidas para reducir la deforestación y la degradación de los bosques pero advirtió que “tenemos que establecer criterios de monitoreo rigurosos para medir la calidad y la eficiencia de la protección de esas áreas. Hacen falta datos confiables”. También opinó que es prioritario hacer una medición seria y global acerca de la cantidad de emisiones de gas de efecto invernadero. En este sentido, la Directora se permitió ser optimista ya que informó que se acaba de implementar un nuevo sistema de monitoreo mediante información satelital gratuita. “Esto hará que el monitoreo sea más barato y confiable.

El sistema funcionará a través del registro de 13.000 puntos distribuidos a lo largo de todo el planeta tierra”. “Nos preocupa que la plata realmente vaya a quienes trabajan para reducir la deforestación, la degradación y las emisiones de gas”, dijo. Por último, consideró que para 2015 se podría reducir la desforestación en un 15%. Luego, se llevó a cabo el Panel sobre “Redd, desafíos financieros y metodológicos y oportunidades para los países”, también moderado por Hosny El Lakany. Nazareno Castillo, Director de Cambio Climático de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la República Argentina, explicó que la tasa de desforestación en su país asciende a 1,63%, en gran parte producto de la expansión del cultivo transgénico de soja. Además, la Argentina ostenta el dudoso privilegio de ser uno de los países que mayor cantidad de bosques perdió entre 1990 y 2000. Castillo recordó que en la Argentina los dueños de los bosques son las provincias y que el Estado nacional sólo puede establecer “criterios mínimos” para la administración y desarrollo de éstos.

Sin embargo, recordó el importante paso dado por el país con la sanción de la Ley de Bosques, cuyos aspectos más salientes son: establece financiamiento para la conservación de los bosques; ordenamiento territorial de los mismos en 3 categorías (roja, área de conservación; amarillo, bosques que deben ser administrados de manera sustentable; y verde); y crea un Fondo de 200 millones de dólares anuales, que serán destinados al cuidado de los bosques. Castillo consideró que para alcanzar un acuerdo con Redd la Argentina debería renovar un sistema de inventario; hacer un cálculo de costo de oportunidades; buscar prácticas alternativas para reducir las emisiones de gas con efecto invernadero; y adoptar un sistema de medición para el monitoreo de emisión de gases. De todas formas, el funcionario dijo que el país “prioriza la reducción de la deforestación como primera medida para reducir las emisiones” y que el financiamiento para ello debe provenir de los países desarrollados. Asimismo, aseguró que la Argentina tiene como prioridad el cuidado de los bosques nativos y el respeto de los pueblos originarios que viven en ellos. “Un acuerdo con la Redd dependerá de cuánto las partes estén dispuestas a negociar”, concluyó.

Por su parte, Thaís Linhares Juvenal, Directora de la Agencia Forestal Brasileña, reconoció que su país tiene una elevada tasa de deforestación, sobre todo en el área de la Amazonia, aunque aseguró que, producto de las políticas de Estado (monitoreo y reforestación fundamentalmente), esa tasa se redujo notablemente en los últimos años: pasó de 17.000 kilómetros cuadrados de desforestación a 9000 kilómetros cuadrados en 2008. “Sin embargo, la lucha contra la desforestación es muy costosa, tanto financiera como políticamente”, dijo y agregó que la tasa de deforestación del bioma de la sabana brasileña, que contiene mucho carbono debajo del suelo, es de 48%. Respecto de la financiación para la reducción de la desforestación y la degradación de los bosques, que insume 500 millones de dólares anuales, Juvenal lamentó que Brasil hasta ahora sólo recibió financiamiento de parte de Noruega (en el marco de un plan que estipula que dicho país le donará a Brasil 1000 millones de dólares en los próximos 6 años). Por ello, la funcionaria brasileña consideró que un acuerdo con Redd sería importante para su país, aunque reconoció que antes deben fortalecer el marco institucional (sobre todo respecto de la propiedad de las tierras, derechos, etc). “El Programa Redd Plus no sólo trata de las emisiones de carbono, sino también del manejo sustentable de los bosques, de la mitigación del calentamiento global producto de la reducción de la emisión de gases”. Pero también dijo que Redd todavía debe establecer un Instituto de Monitoreo; una base de datos confiable y un mecanismo de resolución de conflictos, entre otros aspectos. Por último, recordó que Brasil es un país federal, por lo que un eventual acuerdo con Redd Plus implicaría negociaciones con gobiernos estaduales, municipales, comunidades indígenas, agricultores, etc.

Retno Maryani, del Centro de Investigación Social y Económica en Manejo Forestal, presentó la estrategia que implementó Indonesia para reducir la desforestación y las emisiones de gas de efecto invernadero. En este sentido, explicó que la primera fase del programa fue el establecimiento de un monitoreo de todo el país. Actualmente, Indonesia se encuentra en la segunda fase, que se extenderá hasta 2012, y que consiste en la aplicación de políticas surgidas a partir de la información recabada previamente. Maryani dijo que su país recibió la colaboración de Australia y Alemania, entre otros países. La investigadora reconoció que el monitoreo y la aplicación del programa se dificulta por las características propias de Indonesia, habitada por casi 200 millones de personas, de más de 60 etnias, distribuidas en 7 grandes islas más otras de menor envergadura. Las diferencias geográficas entre las principales islas (Java y Sumatra) tornan más dificultoso establecer políticas nacionales por lo que Maryani opinó que los incentivos para sumarse al Programa Red Plus deben ser tanto a nivel nacional como provincial. De todas formas, Maryani dijo que su país avanzó mucho en el monitoreo de los bosques a partir del establecimiento de un sistema de “teledetección”, que realiza un mapeado de todas las islas.

Redd, iniciativas para una acción temprana Durante la misma Trond Gabrielsen presentó las iniciativas encaradas por Noruega para combatir las emisiones de gas de efecto invernadero. En primer lugar, destacó que la “acción temprana” era fundamental porque permitía “reducir daños y costos”. Asimismo, recordó que en la Conferencia de Bali de 2007 su país se comprometió a otorgar 5 millones de dólares al año a países emergentes que trabajen para reducir la desforestación, la degradación de los bosques y las emisiones de gas. “Vamos a seguir aportando desde un enfoque coordinado con los organismos internacionales de crédito. Trabajamos con Redd Plus porque es la forma más eficiente; se pueden reducir un 25% de las emisiones a un bajo costo”, aseguró. También recordó que los bosques son importantes para millones de personas por lo que los otros países desarrollados “también deberían aportar. Tienen que mostrar mayor compromiso”. Gabrielsen contó que actualmente Noruega está financiando el proyecto de cuidado de la Cuenca del Congo (que posee la segunda área de bosques tropicales más grande del mundo); y al Amazonas, en Brasil. Sugirió que los países emergentes deben sumarse al Programa Redd de manera “escalonada” y a “nivel nacional” para obtener éxitos. Y agregó que “hay que brindar incentivos” para que los países se sumen.

“El financiamiento debe ser transparente”, concluyó. Gerhard Dieterle, Especialista de Desarrollo Ambiental y Socialmente sostenible del Banco Mundial para la región Europa y Asia Central, dijo que tiene expectativas para la reunión de Copenhague y presentó las principales características del Programa de Inversión Forestal, recientemente lanzado. Luego de recordar que las causas de la desforestación son múltiples, aunque en su mayor parte (alrededor del 70%), provienen de la agricultura, explicó que el Programa de Inversión está compuesto por múltiples donantes para países que trabajen para un manejo sustentable de los bosques y en la reforestación. El financiamiento se canalizará mediante organismos internacionales de crédito aunque dijo que la novedad es que no se trata de créditos sólo para países que hayan probado que redujeron emisiones, sino que funcionará como un incentivo. Los países receptores deberán tener una capacidad institucional sólida y adoptar medidas de mitigación del calentamiento global. Dieterle dijo que ya fueron comprometidos 350 millones de dólares por diversos países y aseguró que el enfoque innovador del Programa está dado por el hecho de que el mismo “tomará en cuenta y respetará a las comunidades locales que vivan y dependen de los bosques.

Queremos que la plata les llegue de manera transparente y directa a ellos”. Por último, dijo que los países que recibirán financiamiento serán especialmente seleccionados por un grupo de expertos. Eduardo Mansur, Subdirector de Manejo Forestal y Reforestación de la Organización Internacional de Maderas Tropicales, explicó que la organización a la cual pertenece nuclea al 90% del comercio de maderas tropicales a nivel mundial y el 80% de los bosques tropicales. Mansur dijo que elaboran “documentos de orientación política” para promover el manejo sustentable de los bosques tropicales. Están trabajando actualmente en 800 proyectos en diversos países, brindando información y organizando encuentros de capacitación.“El 10% de los bosques tropicales están en áreas protegidas. O sea que el 90% restante no. Ahí hay una gran biodiversidad”, dijo. En 2008 la organización lanzó “Programas temáticos” orientados a ayudar a reducir las emisiones de gas, la desforestación y la degradación. “Para nosotros es sumamente importante trabajar de manera asociada”.

Por último, contó la experiencia que están desarrollando en la isla de Java, Indonesia, en bosques adonde viven 25.000 indígenas. Peter Saile, de la Agencia de Cooperación Alemana, explicó que GTZ trabaja con Redd para desarrollar la capacidad de los grupos de acción. Están en 50 países y reciben financiamiento de parte del Gobierno alemán, entre otros organismos. Saile opinó que “la información” es clave para el éxito porque la remuneración se basa en el éxito de la reducción de emisiones de gas; también la gobernabilidad es importante, sobre todo en lo que respecta a leyes, tenencia de las tierras.

“La participación de las comunidades es importante también”, dijo y advirtió que no hay que ser tan optimistas respecto de la reunión de Copenhague. “La desforestación es producto de la pobreza. Cuando hablamos de la problemática de los bosques, debemos recordar que 60 millones de personas viven en ellos y 1100 millones dependen directa e indirectamente de ellos”. Además, opinó que la “acción temprana cuenta doble”.

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