martes, 22 de julio de 2025

San Juan apuesta al pistacho como nuevo motor productivo

La provincia diversifica su matriz productiva con uva, tomate, olivo y un pistacho en crecimiento acelerado. Con un perfil productivo reservado, pero una rentabilidad feroz, el pistacho se convirtió en el nuevo fenómeno del agro argentino. Su sabor lo posicionó entre los preferidos del mundo gourmet, pero detrás del boom hay clima, inversión, genética, años de espera y visión exportadora.

San Juan se consolida como el corazón del pistacho en Sudamérica. La provincia concentra el 90% de la superficie plantada en Argentina, el único país del continente que cultiva este fruto seco. Con más de 7.000 hectáreas implantadas, el sector atraviesa una etapa de fuerte expansión, aunque solo el 14% de los cultivos se encuentra actualmente en etapa productiva.

“La planta necesita entre 5 y 6 años para comenzar a producir, y su madurez plena llega a los 10 años. Por eso el crecimiento es gradual, pero sostenido”, explica Marcelo Nemirovski, vocal de la Cámara de Productores de Pistacho y referente en comercio exterior del sector.

Las variedades más cultivadas en la provincia son Kerman, Golden Hills y Lost Hills, que dominan el mercado fuera de Asia. En total, Argentina produce entre 1.000 y 1.200 toneladas de pistacho por año, de las cuales cerca del 60% se destina a la exportación.

El interés por este cultivo creció notablemente en los últimos años, impulsado por el auge del pistacho en helados, alfajores, mantecas y otros productos. “Después de la pandemia se volvió mucho más popular. Antes nadie lo conocía”, recordó Nemirovski.

Además del aumento en superficie, la actividad también avanza en tecnología: se implementan sistemas de riego por goteo, cosechas mecanizadas y plantas procesadoras con estándares de exportación. “Es un proceso intensivo en inversión, maquinaria y certificación”, destacó el productor.

Según estimaciones del sector, si el consumo interno se mantiene estable, lo ya plantado en San Juan podría cubrir la demanda nacional en los próximos años. “Hoy hay muchas plantaciones jóvenes y nuevos inversores. El desafío es seguir consolidando el crecimiento con planificación y tecnología”, cerró Nemirovski.

Un poco de historia


En la década del ’80, inmigrantes iraníes vieron en San Juan un espejo de su clima natal. Calor seco, heladas invernales y suelos con cierta salinidad: condiciones ideales para que un árbol tan exigente como el pistacho pudiera prosperar. La adaptación fue excelente, pero durante muchos años pasó desapercibido. Hoy, con más de 2.400 hectáreas implantadas sólo en esa provincia, la historia es otra.

La producción nacional ronda las 1.500 a 2.000 toneladas anuales, con cultivos también en Mendoza, Córdoba, La Pampa, Río Negro y Neuquén. San Juan sigue siendo el epicentro, gracias a su experiencia acumulada y desarrollo de infraestructura.

 
Genética, injerto y años de espera: el paso a paso productivo

El pistacho no se cultiva como cualquier árbol frutal. La producción requiere precisión desde el inicio:

Clima: Necesita veranos largos, secos y calurosos (más de 1.000 horas de calor) y entre 800 y 1.000 horas de frío invernal (menos de 7°C).
Suelos: Tolerante a salinidad, pero requiere buen drenaje y no soporta encharcamiento.
Variedades: Las más usadas en Argentina son:

Kerman (hembra, productiva, resistente al calor)
Peter o Peters (macho, polinizador eficaz)
Polinización: Crucial. El macho debe representar al menos un 10–15 % de la plantación.
Sistema de riego: Localizado por goteo, con alto control hídrico.
Injerto: Fundamental para garantizar calidad de fruto y sanidad. Se injerta sobre portainjertos vigorosos como UCB-1, un híbrido resistente al frío y salinidad.
 
¿Cuánto tarda un pistacho en dar frutos?

Entre 5 y 8 años para comenzar a producir frutos de forma marginal.
Entre los 7 y 10 años se considera una entrada en producción rentable.
El rendimiento máximo se alcanza recién a los 15 o 20 años del árbol.
Cada planta madura puede producir entre 15 y 25 kg de frutos frescos, equivalentes a 6–10 kg secos. En condiciones óptimas, hasta 33 kg secos por árbol adulto (wikifarmer.com).
Además, es un cultivo con alternancia productiva bianual: un año rinde mucho, otro baja. Esto obliga a planificar económicamente en función de ciclos de “cosecha fuerte” y “descanso”. 

El corazón productivo argentino

San Juan: más de 2.400 ha implantadas; zona núcleo.
Mendoza: 376 ha registradas.
Córdoba: 200 ha estimadas.
También hay experiencias en Neuquén, La Pampa, Catamarca y Río Negro.
Una de las empresas líderes es  Pistachos de Los Andes, que comenzó en 1998 con apenas 75 ha y hoy maneja 300 ha productivas, con planta de procesamiento propia y exportación directa.


¿Consumo o exportación? El mercado del pistacho

El consumo interno argentino sigue siendo bajo, pero con señales de crecimiento. En general, el pistacho se vende a través de tiendas gourmet o empaques premium.
Sin embargo, el negocio fuerte está en la exportación: Italia, España, Uruguay, Brasil y Chile son los principales destinos.
La venta se realiza tanto de pistacho en cáscara como pelado, con valor agregado a través de clasificación, secado y empaquetado profesional.
 
¿Por qué es tan rentable el pistacho?

Demanda global en aumento: El pistacho forma parte de las “superfrutas secas” por su alto contenido en grasas saludables, proteínas, antioxidantes y fibras.
Bajo requerimiento hídrico (comparado con frutales tradicionales).
Poco atacado por plagas locales, lo que reduce uso de fitosanitarios.
Vida útil larga: seco, puede conservarse y transportarse sin refrigeración, ideal para exportación.
Precio elevado: internacionalmente, puede cotizar entre USD 7 y USD 11 por kilo seco en origen (según calidad y formato de venta).
 
El futuro: ser hit, o quedarse atrás

El  pistacho no es cultivo de corto plazo. No es soja, no es trigo, no es maíz. Es una decisión de inversión estratégica. Pero quienes comenzaron hace una década, hoy tienen en sus manos uno de los productos más buscados del mundo.

Argentina tiene todo para ser protagonista: tierra disponible, clima adecuado, mano de obra y una ventana exportadora en crecimiento. Pero requiere planificación, tecnología y paciencia.

Y un dato clave: una hectárea puede generar hasta USD 18.000 anuales brutos cuando entra en plena producción. Con costos iniciales altos, claro, pero con retorno sostenido por más de 50 años de vida útil del árbol.

 
Si te volvés hit en pistacho, la podés romper. No es para improvisados ni para apurados. Pero es una de las pocas oportunidades reales donde Argentina puede competir de igual a igual con Irán, Turquía o California. Y ganar.

 
Fuentes utilizadas:
Wikifarmer – Pistacho: cosecha y rendimiento
Pistachos de Los Andes
Indexbox – Análisis de mercado del pistacho en Argentina
Tridge – The pistachio expands in Argentina
MAGyP – Catálogo de oferta exportable de Argentina
Heart of the Desert –

Pistachio harvest
Río Times – Argentina’s green gold.


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