El sector esperaba anuncios más concretos del primer ministro Gabriel Attal, que se vuelve a reunir esta tarde con el principal sindicato agrícola.
El Gobierno francés decepciona a los agricultores al no concretar medidas y estos mantienen su pulso."
El primer ministro francés, Gabriel Attal, buscaba hoy calmar a los agricultores galos, que llevan 12 días de protestas para pedir al Gobierno que atienda sus reclamaciones. Esperaban anuncios concretos por parte del nuevo jefe del Ejecutivo, pero estos no se han producido , o se han hecho de forma muy etérea. Attal pronunciaba este martes su discurso de política general en la Asamblea Nacional, su puesta de largo tras ser nombrado en el cargo hace tres semanas. Sus palabras no han convencido y, de momento, los productores continúan con las movilizaciones. Según la agencia AFP, Attal se va a reunir esta noche con el principal sindicato agrícola (FNSEA), el que lidera las movilizaciones.
Los más de 1.500 agricultores y 800 tractores que, desde el pasado lunes, bloquean los principales accesos por carretera a París se disponen a pasar una segunda noche en el asfalto. Hay 16 vías afectadas, según Vinci, empresa que gestiona estas infraestructuras. Es su medida de presión para hacerse oír y dicen que van a estar el tiempo que sea necesario. El convoy de 200 tractores que partió de Agen, al sur del país, también tiene claro que el objetivo "es llegar a París", dice al teléfono Michel, uno de los productores que forma parte del cortejo.
El lunes el Gobierno francés dijo que hoy detallaría medidas para los productores, que se sumarían a las que Attal presentó el viernes. Si el sector esperaba anuncios más concretos, el joven primer ministro se centró más en conceptos generales , como el de la "excepción agrícola francesa", un mecanismo para proteger el sector patrio, pero que no detalló. Avanzó que el Gobierno trabaja en más medidas, que "requieren tiempo".
Su discurso no sólo se centró en el campo, fue mucho más amplio y duró más de una hora. Sí anunció un plan de control sobre la trazabilidad de los productos que vienen del extranjero " para garantizar una competencia igualitaria ", pero sin entrar en detalles, y dijo que protegerá a los agricultores "de la competencia desleal" de otros países.
Prometió que se pagarán las ayudas de la PAC a los productores que no las han recibido antes del 15 de marzo, dijo que se simplificarán las normas burocráticas y anunció que las multas a las cadenas de supermercados por incumplir la ley que prohíbe comprar por debajo del precio de coste (Ley Egalim) se emplearán para "apoyar a los agricultores".
La pelota está ahora en el campo de Bruselas. El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, llega mañana a la ciudad belga para abordar las demandas de los agricultores. El presidente, Emmanuel Macron, que se encontraba ayer de visita en Suecia, se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en el marco de Consejo Europeo.
En concreto, le pedirá que se aparquen definitivamente las negociaciones para el tratado de libre comercio con Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), al que Francia se opone . "No hay que cargar todo sobre la espalda de Europa", reivindicó Macron, que pidió también "una excepción agrícola francesa". "Nuestra agricultura es nuestra fuerza, nuestro orgullo", dijo.
Entre las denuncias de los agricultores está este tratado, que facilita los intercambios comerciales entre Europa y Latinoamérica, pero que consideran contrario a sus intereses, pues permite importar productos a precio más bajo , producidos con condiciones y reglas distintas. Ocurre con el pollo de Ucrania: Attal ha pedido que se regulen las importaciones de la carne que viene de este país, también uno de los principales productores de cereal y al que Europa lleva apoyando con material militar desde que comenzó la guerra rusa en su territorio.
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