Así, el valor que regirá desde este jueves para la harina 000 quedó
establecido en $ 2.825 para las bolsas de 25 kilogramos (8,9% más que
los $ 2.594 vigentes desde el 11 de septiembre) y en $ 110.881,25 en el
caso de la tonelada (antes $ 101.814,50), tomando como referencia un
precio del trigo de $ 59.585,07 la tonelada (8,9% más que los $
54.715,40 de la resolución previa).
Las subas tienen en cuenta como referencia las variaciones del precio
FAS del trigo en un 40%, la de la inflación mayorista en un 30% y la de
los salarios en el otro 30%.
Desde marzo de este año se dispuso compensar únicamente la bolsa de
la harina 000, abandonando el subsidio para la 0000 común, y para la de
tapera y semolín, además de dejar de fijar valores base para gluten,
premezclas, harinas acondicionadas especiales e integrales.
El cambio, efectuado mediante la resolución 319/2023, se fundamentó
en que el “escenario climático actual resulta gravemente desfavorable
para la producción agrícola nacional”.
No obstante, desde julio se reincorporaron la harina 000 calidad
24/26, y la 000 calidad 26/28, que tendrán un precio de hasta 10% y 20%
más que el fijado como base, respectivamente.
Los precios en todas las variedades son sin impuestos, a la salida
del molino y sin costos de entrega; y a ellos se les debe incorporar los
siguientes costos logísticos por región: ciudad y provincia de Buenos
Aires, 3,50%; Centro, Cuyo y Litoral, 5,50%; NEA y NOA, 7% y Patagonia,
10,5%.
La implementación del FETA, se indicó en los considerandos de la
resolución, “procura garantizar un valor de referencia para el trigo en
el mercado interno que permita conservar una estabilidad en la
participación de la bolsa de harina como componente del costo de los
productos que de esta se derivan”.
Al respecto, se señaló que “el Estado Nacional viene adoptando una
serie de políticas públicas que buscan estabilizar los precios de los
productos a favor del consumidor, como el Programa ‘Precios Justos'”.
“A fin de mejorar el impacto de la herramienta financiera tanto en la
estructura de costos como en el producto al consumidor, resulta
necesario aumentar la oferta de la harina con compensación en el mercado
y, asimismo, actualizar sus valores para que sean consecuentes con la
evolución del resto de los componentes del costo de los productos
derivados de la harina de trigo”, se agregó.
Los incrementos aprobados implican una variación acumulada de la
bolsa de harina 000 del 77,5% para los primeros 10 meses de 2023 y del
91,9% con respecto a los valores vigentes para octubre de 2022.
La Secretaría de Comercio puso de relieve que “estos guarismos se
encuentran muy por debajo de los que refleja el Indec para el precio del
pan francés en GBA como del IPC General”, con un alza acumulada en los
primeros nueve meses del año del 103,2%, que en doce meses llega al
138,3%.
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