Este tipo de medidas erosionan fuertemente la confianza y conducen a que inmediatamente se retraigan la producción y las inversiones, situación que llevará indefectiblemente a mayores precios para los consumidores y menos trabajo.
El cierre de los mercados logra un efecto contrario al deseado, medidas similares en el pasado dieron como resultado una brutal caída de la producción, perjudicando a toda la cadena de valor. A su vez, denota la falta de un plan integral y la desidia con la que se toman medidas que paralizan el desarrollo del ecosistema maicero, que es el 2° mayor generador de divisas.MAIZAR viene promoviendo las oportunidades para agregarle valor al maíz, aprovechando el diferencial que tenemos para irrumpir en los mercados con productos con baja huella de carbono. Sin embargo, estas medidas desperdician ese escenario alentador, frenan la innovación, generan problemas para el abastecimiento local y de los mercados de exportación. En consecuencia, los mercados compradores internacionales toman nota de los cambios abruptos y constantes de la oferta argentina y castiga con mermas de precios y abastecimiento en otros países competidores.
Tenemos que volver a pensar en el largo plazo, y para eso debemos tener un horizonte claro, donde podamos conocer las reglas de juego y a su vez terminar con las falsas antinomias entre abastecer el mercado interno o exportar, cuando sabemos a ciencia cierta que nos sobran recursos para hacer las dos cosas.
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