El Gabinete Económico se reunió con los representantes del Consejo Agroindustrial (Foto: Presidencia).
En una reunión en la que todas las partes calificaron como positiva, el Gobierno y el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) acordaron crear cuatro mesas de trabajo para analizar políticas que impulsen la producción y las exportaciones del agro.
Las mismas incluyen:
- Generar un marco de estabilidad fiscal a 10 años para inversiones del agro.- La desburocratización de las operaciones.
. Y la discusión sobre reintegros y derechos de exportación.
El directivo dijo que el encuentro fue "positivo" y precisó que una de las mesas analizará el proyecto de ley "de nuevas inversiones para el agro para más producción y exportación".
“Lo saliente es que se rompe una grieta política y el Gobierno va a impulsar la estabilidad fiscal durante diez años para promover inversiones”, enfatizó.
"El segundo grupo es de economías regionales agroindustriales para fortalecer el empleo y mayor producción y exportaciones; y el tercero es de carnes para promover mayor producción, consumo local y exportaciones", agregó Idígoras.
En tanto, la cuarta mesa tratará "medidas de facilitación administrativa-burocrática de comercio exterior para eliminar medidas que no tengan razón de ser y mejoren los costos logísticos de la Argentina".
Los empresarios estiman que hay que eliminar o modificar más de 60 medidas con Aduana, Prefectura, Senasa, AFIP, entre otras dependencias.
"El 4 de noviembre nos volvemos a reunir para evaluar resultado y concretar el proyecto de ley, si es posible consensuado, para que se remita al Congreso", finalizó Idígoras.
Desde el Ejecutivo, sostuvieron que se apunta a configurar una Estrategia Nacional Agroalimentaria (ENA), con el objetivo de aumentar la producción, incrementar el valor agregado, generar empleo y promover las exportaciones, en el marco de un sendero de desarrollo con inclusión.
En ese marco, uno de los requerimientos apuntados por el Gobierno es “respetar la necesidad de mantener la recaudación tributaria en un contexto en el que se debe garantizar la sostenibilidad fiscal para alcanzar la estabilidad macroeconómica”, explicaron fuentes oficiales.
También se dejó en claro la necesidad de “garantizar el abastecimiento del mercado interno y resguardar el impacto sobre los precios de los alimentos en la mesa de las familias argentinas”.
Por el lado agroindustrial, la solicitud fue alcanzar una mayor simplificación administrativa de los trámites vinculados a las exportaciones, involucrando diversas agencias y ministerios de modo de eficientizar los procesos productivos y facilitar el acceso a los mercados internacionales, especialmente para las pequeñas y medianas empresas agroindustriales.
Entre los representantes del agro, estuvo presente el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, quien también tuvo una mirada positiva del encuentro, aunque planteó las prioridades de los productores.
“Hay que mostrar hechos para generar confianza. Sino es muy difícil que el productor invierta y genere el aumento que el país necesita”, afirmó en medios.
Más allá del pedido, opinó que la reunión “fue un buen paso, en la medida que esto prospere. Pero para que sea un éxito hay que mostrar hechos”, reiteró.
De la reunión que se llevó a cabo ayer por la tarde en el Palacio de Hacienda, participaron junto a Guzmán, el Jefe de Gabinete. Santiago Cafiero; el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
"El camino para normalizar la economía y generar previsibilidad es trabajar juntos”, dijo Guzmán, según confiaron fuentes oficiales.
En ese sentido, uno de los participantes del encuentro se mostró confiado. “Se dio un gran paso. Reintegros y derechos de exportación va a ser parte de la agenda con el Gobierno, siempre garantizando el equilibro fiscal, pero se acordó avanzar en esa revisión”, resaltó.
Ahora, todo dependerá de la velocidad de los pasos y de la calidad de las medidas acordadas para ver si se puede reestablecer la confianza de los productores, en su gran mayoría perdida casi desde el inicio de la gestión.
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