"Los accionistas de esta sociedad tienen decidido conservar sus tenencias accionarias y mantener inalterada la conducción histórica de la empresa". Con esta frase remató Pascual Ma
stellone (foto), presidente y dueño de La Serenísima, la carta que envió a la Bolsa de Comercio. El empresario buscó responder a "los trascendidos periodísticos" que señalaban "que la empresa estaría en un proceso de venta". El accionista mayoritario de la principal láctea argentina es el propio Mastellone. El fondo Dallpoint, que encabeza Carlos Agote, tiene el 34% de la empresa, que arrastra una deuda de US$ 230 millones y perdió $ 265 millones el año pasado..
La versión sobre la venta de la compañía comenzó a circular a mediados del mes pasado, en plena campaña electoral. Danone, con quien Mastellone tiene una larga relación comercial, se señalaba como la candidata natural. Es más, el comentario más fuerte era que la empresa francesa realizaría la adquisición a través de Bagley, sociedad que comparte con la argentina Arcor, llave para conseguir el visto bueno oficial. La Serenísima respondió a estas versiones primero diciendo que existía un diálogo fluido con Danone y que se habían analizado alternativas de negocios, pero que no existía "ningún acuerdo al respecto". Una semana más tarde volvió a insistir en que no existía acuerdo sobre la venta. Pero ayer, Mastellone prefirió cambiar de argumento y directamente decir que mantendrá sus acciones.
stellone (foto), presidente y dueño de La Serenísima, la carta que envió a la Bolsa de Comercio. El empresario buscó responder a "los trascendidos periodísticos" que señalaban "que la empresa estaría en un proceso de venta". El accionista mayoritario de la principal láctea argentina es el propio Mastellone. El fondo Dallpoint, que encabeza Carlos Agote, tiene el 34% de la empresa, que arrastra una deuda de US$ 230 millones y perdió $ 265 millones el año pasado..La versión sobre la venta de la compañía comenzó a circular a mediados del mes pasado, en plena campaña electoral. Danone, con quien Mastellone tiene una larga relación comercial, se señalaba como la candidata natural. Es más, el comentario más fuerte era que la empresa francesa realizaría la adquisición a través de Bagley, sociedad que comparte con la argentina Arcor, llave para conseguir el visto bueno oficial. La Serenísima respondió a estas versiones primero diciendo que existía un diálogo fluido con Danone y que se habían analizado alternativas de negocios, pero que no existía "ningún acuerdo al respecto". Una semana más tarde volvió a insistir en que no existía acuerdo sobre la venta. Pero ayer, Mastellone prefirió cambiar de argumento y directamente decir que mantendrá sus acciones.
En medio de estas aclaraciones, Néstor Kirchner visitó la planta de la láctea y dijo que el Gobierno la iba a ayudar. En la empresa nunca recibieron una propuesta concreta. El Estado le debe $ 70 millones en compensaciones prometidas que se dejaron de pagar. Con estos antecedentes, algunos ven la injerencia oficial en el cambio de discurso de Don Pascual, que está por cumplir 80 años.

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