El kirchnerismo convocó por fin. Durante la semana los ruralistas analizaron el trazo fino del ofrecimiento.
El viernes es la fecha clave, por fin desde el Gobierno se dio la esperada señal. Salió la convocatoria para reunir a los presidentes de las cuatro entidades (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y la Federación Agraria Argentina), para dar paso a un diálogo nunca tan esperado.
Las cuatro entidades que históricamente tuvieron profundas diferencias filosóficas, hoy las une el espanto bajo un mismo paraguas, el reclamo por la fuerte erogación que representa para el productor aplicar las retenciones, en el caso de la soja, nada menos que el 44%.
Pero esta vez los popes del campo dejaron de lados sus diferencias de fondo y estrecheron filas, para intentar torcer la voluntad del Gobierno. Así los esfuerzos, paro mediante, no fueron en vano porque por fin la primera mandataria decidió convocar a los cuatro presidentes Mario Llambías (CRA), Luciano Miguens (SRA), Eduardo Buzzi (FAA) y Fernando Gioino (Coninagro).
Estos días, los ruralistas no perdieron tiempo, porque más allá de una avanzada de Carbap de vaticinar la continuidad del paro en caso de no haber señales desde la Casa de Gobierno, las entidades "madres" y sus técnicos mantuvieron numerosas reuniones para establecer la estrategia que llevaran a la mesa de negociaciones y elaborar el pedido de audiencia hecho por la Mesa de Enlace Agropecuario.
Uno de los aspectos sobre los cuales más se trabajó fue analizar la letra fina de la Resolución que puso en vigencia el gravamen a las exportaciones de oleaginosas, que temen que con esas alícuotas puedan alcanzar cifras astronómicas en su liquidación.
También pusieron el acento en la instrumentación del pago de los reintegros anunciados por el Gobierno para los fletes de los produtores ubicados a más de 400 kilómetros de los puertos y de los incentivos para quienes produzcan hasta 500 toneladas.
Pero los ruralistas quieren ir por más en materia de instrumentación de esos subsidios para así llevar a un límite mayor la categoría para determinar al pequeño productor: aspiran a que meter en el categoría a los que producen hasta 1.500 toneladas.
Los chacareros llevarían también apuntado en la agenda de la reunión cumbre del viernes, que se concretará a partir de las 12, dos temas que hoy los desvelan: carnes y leche. Y otro tema que consideran fundamental: tender las redes para diseñar una verdadera política agropecuaria.
De este segundo encuentro con los colaboradores de la presidente Cristina Fernández, luego del que se realizó hace dos semanas antes de que se levante el paro agropecuario de 21 días, se desprenderá el futuro de las relaciones entre el Gobierno y el campo.
La Iglesia católica, que en esta oportunidad optó por el perfil bajo, ya aclaró que no mediará en el conflicto, pero apuntará a consolidar el diálogo. Precisamente ese fue el llamado que hizo este miércoles el cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio en la homilia pronunciada en la Basílica de Luján.
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