sábado, 30 de diciembre de 2006

La SRA dió su discurso de fin de año

El pasado 13 de diciempre en la sede de la calle Florida (Ciudad de Buenos Aires) de la Sociedad Rural Argentina (SRA), su presidente, el Ing. Luciano Miguens, dió su discurso y balance de fin de año.

Recordó el brote de aftosa -cuyo origen nunca fue determinado, indicó-, el cierre de las exportaciones de carne, la sequía del invierno y los dos paros agropecuarios, los primeros que concretó el agro durante la gestión kirchneristaTermina un año muy especial para el campo que no fue fácil, un año en el que debimos enfrentar problemas tan diversos como un brote de aftosa, el cierre de las exportaciones de carne o una dura sequía, hoy superada pero que afectó a algunos productores.Sin embargo el sector tal como lo venía haciendo desde la salida de la crisis, siguió apuntalando la economía del país y eso a pesar de las regulaciones, marchas y contramarchas que se nos impusieron a lo largo del año. Pero no cabe duda que el problema de la carne dominó la agenda del sector durante todo el 2006. Desde enero nos vimos obligados a encontrar una solución al problema del aumento de los precios de la carne que se insinuó en Noviembre de 2005 y que preocupó al gobierno por su incidencia en el índice de precios al consumidor. La negociación no fue fácil con muchos intereses encontrados en la cadena y medidas contradictorias, que en nada contribuían a encontrar solución. En Marzo se anunció el cierre de las exportaciones, una decisión inédita, que dejaba al producto más emblemático y de mayor calidad de la producción agropecuaria fuera de los mercados internacionales, dejando a su vez un espacio vacío, a nuestros competidores en ese mercado. A penas unas semanas antes, en Febrero, habíamos luchado codo a codo con las autoridades nacionales para controlar un brote de aftosa en Corrientes. Un brote del que lamentablemente nunca se determinó su origen, pero sí en cambio la rápida acción y eficaces medidas adoptadas por el organismo sanitario permitieron una leve medida precautoria por parte de la OIE circunscripta a 8 departamentos. El malestar del productor por la sanción de aquellas medidas y la falta de una política agropecuaria profunda, integral que fijara objetivos de producción a largo plazo, se expresó en múltiples asambleas de productores, organizadas a lo largo del país con la presencia de la Rural en muchas de ellas.Ese malestar determinó que se dejara de lado una noticia positiva como la sanción de la ley de biocombustibles, que pasó desapercibida. Aunque el proyecto aprobado tenía algunas falencias, se trató de un paso en firme hacia el desarrollo de ese tipo de tecnología en nuestro país, lo que en el futuro puede convertirse en una gran fuente de ingresos. Múltiples fueron también las reuniones con los distintos eslabones de la cadena cárnica, para acercar una propuesta al gobierno superadora de aquella tan desacertada, como fue la de la suspensión de las exportaciones. En abril, se promulgó la resolución 1 que fijaba precios sugeridos para los 12 cortes de mayor consumo en el país. Pocas semanas más tarde, en mayo, se autorizó a exportar el 40% de lo exportado entre junio y noviembre de 2005, porcentaje que luego se amplió al 50%.Se trató de un avance, aunque persistían problemas muy graves, especialmente en el Nordeste de nuestro país, donde se comercializan vacas de manufactura cuya exportación continuaba inexplicablemente prohibida, cuando esa categoría casi no se consume en el mercado interno. El alivio para ellos llegó recién en julio con la resolución 503 que permitía la exportación de vacas de manufactura y cuartos traseros de novillos de más de 460 kilos. Algunas semanas antes, sin embargo, se había abierto un nuevo frente de tormenta y, por lo tanto, de conflicto con el gobierno, en otro mercado clave para el sector, el del trigo, con la alteración arbitraria del valor FOB (más alto) para el cálculo de retenciones, lo que equivalía en la práctica a un aumento de las mismas. Se creaban así nuevas trabas a la exportación de otro producto emblemático de la Argentina y dificultades adicionales para que el productor pudiera acceder a los favorables precios internacionales de ese commoditie.A mitad de año los productores se decidieron por una medida de fuerza. PRIMER PARO. Venían haciendo un esfuerzo muy grande por colaborar con el país en la lucha contra la inflación, en la que vieron caer sus precios hasta un 30%, como sucedió en el caso del ganado en pie. En julio, mientras celebrábamos nuestra tradicional exposición ganadera, CRA convocó un paro al que no adherimos dado que coincidía con nuestra exposición, pero apoyamos en sus fundamentos, recomendando a todos nuestros socios que lo respetaran.Esa situación generó un clima muy especial en Palermo, que se manifestó en la ausencia absoluta de funcionarios públicos, incluso en la inauguración oficial. El vacío fue cubierto, no obstante, con la imagen de la unión de las entidades, materializada en la invitación que hicimos a los presidentes de CRA y Coninagro a que inauguraran la muestra con nosotros. Creemos que es esa es la imagen más importante del año: un campo unido frente a la incertidumbre, a la falta de reglas claras y al avasallamiento.Por ese entonces el gobierno anunció su primer plan ganadero, denominado "Más carne", en una presentación en Casa de Gobierno. Se tomaban en cuenta en el mismo algunas de las propuestas formuladas en nuestro propio plan, el PEGA. Lamentablemente, la crisis de la carne determinó que las medidas nunca fueran implementadas y el plan nunca fuera puesto en marcha.A partir de agosto se inició una etapa de distensión en la que tuvimos algunos encuentros con la Ministra Felisa Miceli, en la que industria y producción consensuaron junto al gobierno una propuesta para mantener el precio de los 12 cortes de alto consumo en la góndola y continuar abriendo paulatinamente las exportaciones hasta llegar a fines de 2007 con los mercados totalmente abiertos. También proponíamos la creación de una comisión de seguimiento que analizara el día a día del mercado y sugiriera medidas a tomar.PESO DE FAENA. Mientras tanto, se agudizó la sequía, surgió el desabastecimiento de gasoil, y se volvió a modificar el valor FOB del trigo. Además, el gobierno comenzó a "pisar" el precio interno de ese producto, impidiendo a los productores acceder al precio internacional. También surgieron amenazas sobre una posible prohibición de la exportación de ese cereal, algo innecesario porque la producción de 15 millones de toneladas basta y sobra para atender a una demanda interna de 5 millones.Este manoseo del mercado del trigo se sumó al de carne, contribuyendo a la sensación de confusión del productor. Pero la gota de rebasó el vaso surgió apenas unas semanas atrás con tres hechos puntuales: el cierre de inscripción para el registro de exportación de maíz, la intervención sobre el mercado de Liniers con nuevos precios de referencia y el amague de recortar las exportaciones a 45.000 toneladas, incluyendo las categorías vacas de manufactura y novillos pesados hasta ese momento exentas. Si bien nunca llegó a implementarse, porque en el medio ocurrió el llamado al paro (SEGUNDO PARO), esta última medida significaba un claro punto de inflexión, un cambio drástico de tendencia: hasta entonces se hablaba de ir hacia una mayor apertura y de repente se proponía un retroceso. Todas estas idas y vueltas, marchas y contramarchas, intervenciones y regulaciones resultaron inaceptables para el sector. Para los productores y para la dirigencia. Por eso decidimos convocar también a la medida decidida por CRA y FAA, como una manera de expresar ese reclamo y un llamado de atención sobre la necesidad de sentarse a negociar reglas de juego claras y duraderas. Sencillamente, no se puede producir, proyectar, tomar decisiones o alentar inversiones en esas condiciones de total falta de previsibilidad. Así, la Sociedad Rural, que nunca fue afecta a las medidas de fuerza, decidió acompañar este paro, luego de 7 años desde que lideráramos, durante el gobierno Menemista, una medida de fuerza similar, siendo ministro de economía Roque Fernández. El problema de fondo que enfrenta al sector y al gobierno hasta estos días es la dificultad de compatibilizar la necesidad de abastecer el mercado interno a precios acordes a los salarios argentinos y la obligación de aprovechar las favorables condiciones que exhiben los mercados internacionales para los productos de nuestro país.Desde la Sociedad Rural estamos convencidos de que eso es posible. Creemos que en nuestro país existen los conocimientos técnicos, la inteligencia y la capacidad para combinar ambos objetivos. Otros países lo han hecho; otros países han logrado abastecer a su gente a precios locales y generar bienestar adicional a través de la exportación. ¿Por qué nosotros no íbamos a lograrlo? Es cuestión de sentarse a conversar. Pero a conversar en serio, a plantear estrategias y objetivos a largo plazo: mecanismos creativos e inteligentes para atender a la demanda local y la internacional, para generar incentivos a la producción agropecuaria en general, para elaborar una política agropecuaria integral. En la Sociedad Rural estamos a disposición en todo momento para discutir estas cuestiones.Somos una entidad de 140 años que ha acompañado al país las dos terceras partes de su historia. Precisamente en julio de este año se cumplió dicho aniversario. Debe quedar claro que no perseguimos con nuestra protesta privilegiar intereses sectoriales o corporativos, como así tampoco se fundamenta en motivos ideológicos o políticos. Mucho menos en una intención de desestabilización de un gobierno. Tenemos un compromiso con la Argentina que trasciende esas cuestiones. Pero también debemos mantener un compromiso con los productores agropecuarios de todo el país: chicos, medianos y grandes, que hoy se encuentran profundamente desorientados. Es por ello que renovamos nuestro llamado al diálogo. El paro concluyó hace apenas dos días, pero el pedido de una mesa de negociación para pautar las condiciones en que el sector agropecuario y los productores argentinos deberán producir y trabajar en los próximos años está más vigente que nunca. Si se realiza en conjunto con las otras entidades del agro seguramente será más efectivo.Quería aprovechar esta conferencia para agradecer tanto a nuestros directores, delegados y personal de la casa por su esfuerzo en un año tan difíicil, como aspa también a los distintos departamentos: RRGG, por la rápida y dificultosa adaptación al ADN.IEE, con la infinidad de propuestas que hemos presentado al gobierno.RRII, con una presencia activa en las reuniones del comercio internacional, donde nuestra presencia es reclamada. FARM, accedimos a la presidencia, sede en Uruguay (fortalecer el Mercosur). Educación, Realicó (Fundación), Educación a Distancia (UCALP), Ceida, Isea, Exposiciones, Biblioteca, Gerencia y Secretaría General, Personal de maestranza. Y dejé para el final al Departamento de Prensa, que ahora nos va a contar sobre el relanzamiento de nuestros medios. Los voy a dejar con el Director y el jefe del departamento para que se extiendan sobre esta cuestión. Pero antes no quiero dejar pasar la ocasión para agradecerles a todos ustedes que nos hayan acompañado permanentemente a lo largo del año. Para nuestro sector es fundamental contar con el apoyo de los medios de comunicación para poder transmitir la realidad de su producción, sus necesidades y sus anhelos, en especial esta última búsqueda de alternativas para lograr que no falte ninguno de sus productos en la mesa de todos los argentinos y poder captar las oportunidades que para el conjunto del país presenta el panorama internacional.

Más detalles: www.SRA.org.ar

No hay comentarios.: