La región concentra el grueso de su fabricación y es uno de los motores para la generación de trabajo: 5.000 puestos de empleo. Los datos corresponden a Fisfe.
La producción de aceite de soja sufrió, durante el pasado mes de mayo, una caída de 16,2 %, lo que hace que, en los cinco primeros meses de 2018 la baja sea de 11,6 por ciento respecto a igual período que en el año anterior.
Son datos que proporcionó la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), que analizó la actividad del sector durante mayo. reconociendo un retroceso del 3,4 % interanual y que, además del aceite de soja, tuvieron fuerte impacto negativo la producción de automóviles (-26,3 por ciento), sustancias químicas (-6,4 por ciento) y metalmecánica (-4,6 por ciento), entre otros rubros.
Para la región, la noticia no es buena, ya que entre San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes se concentra el grueso de la fabricación de este tipo de aceite, y con ello, el sector genera un número importante de puestos de trabajo.
Si bien por el momento no hay versiones de recortes laborales, la situación tampoco permite que se vislumbre la creación de nuevas vacantes.
Los datos ratifican las dificultades por la que atraviesa esta industria y que, queda claro, que no es su mejor momento. Dos años atrás, ningún empresario del sector habría anticipado un panorama así; de hecho, durante 2016 se anunciaron importantes inversiones en la mayoría de las plantas de la región que igual siguen llevándose adelante.
Para el gremio, este esquema tampoco es el mejor, pues se enfrenta a un desafío novedoso: sostener los puestos de empleo y negociar paritarias en medio de una crisis.
Para completar, Fisfe destacó en su informe mensual que el complejo procesador de soja en Santa Fe registró durante mayo último, y por décimo mes consecutivo, un importante retroceso interanual de actividad: la industrialización de semillas de soja enfrentó una fuerte disminución de 17,9 por ciento, en relación a igual período del año anterior, acumulando una merma de 12,5% interanual.
Contrariamente, uno de los rubros que salió de su estanco de los últimos años fue el de la producción de carne bovina: en mayo alcanzó a 253 mil toneladas, equivalente a un volumen 5,8 por ciento superior al año anterior, mientras que en la medición enero-mayo, la actividad evidenció un alza de 10,2 %.
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